El membrillo es muy aromático y cocinado resulta un auténtico manjar. Su temporada va de octubre a diciembre y te aconsejamos que los compres amarillos, los envuelvas de uno en uno en papel de periódico, y los conserves durante un par de semanas en la nevera. Si, por el contrario, están verdes, tendrás que dejarlos fuera del frigorífico hasta que maduren.
Gracias a su abundante contenido de fibra en forma de pectina y mucílagos, la receta más popularizada con membrillo es una gelatina dulce vegetal que suele tomarse acompañada de diferentes tipos de queso y, a veces, también de algunos frutos secos. Te vamos a dar la receta, pero queremos que amplíes tus miras y sepas que con esta fruta se pueden preparar otros muchos platos más.
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